domingo, agosto 28, 2005

frio

El hielo se derrite porque llora de frío. (Ramón Gómez de la Serna)

viernes, agosto 19, 2005

Vino

Donde no hay vino no hay amor. (Eurípides)

 

Una mujer y un vaso de vino curan todo mal, y el que no bebe y no besa está peor que muerto. (Johan Wolfgang von Goethe)

 

El vino es la cosa más civilizada del mundo. (Ernest Hemingway)

 

Un pueblo que no bebe su vino tiene un grave problema de identidad. (Manuel Vázquez Montalbán)

 

Un vaso de vino vale más que todas las riquezas de la tierra. (Gustav Mahler)

 

El vino hace la vida más fácil y llevadera, con menos tensiones y más tolerancia. (Benjamin Franklin)

 

Me entrego al vino porque el mundo me hizo así. (Andrés Calamaro)

 

El vino es la más sana e higiénica de las bebidas. (Luis Pasteur)

 

El amor es como el vino: a unos reconforta y a otros destroza. (Stefan Zweig)

 

El que al mundo vino y no toma vino, ¿a qué vino? (Bernardo Piuma)

 

Me gusta el vino porque el vino es bueno/ pero cuando el agua brota/ pura y cristalina de la madre tierra/ ¡más me gusta el vino! (Tito Fernández)

 

La comida es la parte material de la alimentación; el vino, la parte espiritual. (Alejandro Dumas)

 

Si los amantes del vino y del amor se van al infierno, vacío debe estar el paraíso. (Omar Khayyam)

 

El vino, cuando se bebe con inspiración sincera, sólo puede compararse al beso de una doncella. (Nicanor Parra)

 

Vino, enséñame el arte de ver mi propia historia/ como si ésta fuera ya ceniza en la memoria. (Jorge Luis Borges)

 

Si bien la penicilina cura a los hombres, el vino los hace felices. (Alexander Fleming)

 

Si quieres vivir mucho, guarda un poco de vino rancio y un amigo viejo. (Pitágoras)

 

Lo bueno del vino es que durante dos horas los problemas son de otros. (Pedro Ruiz)

 

El vino da brillantez a las campiñas, exalta los corazones, enciende las pupilas y enseña a los pies la danza. (José Ortega y Gasset)

 

lunes, agosto 08, 2005

hay una salida

“Hay una salida, pero esa sali­da debería ser una entrada. Hay quizás un reino milenario, pero no es escapando (...) será un mundo delicioso, a la medida de sus habitantes, sin ningún mosquito, sin ningún analfabeto, con gallinas de enorme tamaño y probable­mente dieciocho patas, exqui­sitas todas ellas, con cuartos de baño telecomandados, agua de distintos colores según el día de la semana, (…) vistas de igloos para los de La Habana, compensa­ciones sutiles que conforma­rán todas las rebeldías, etcé­tera. Es decir, un mundo razo­nable para gentes razonables.” (Cortázar, 1984:429).