lunes, mayo 24, 2004

el águila

Cuando alguien desde la tierra vea un águila, volando directamente hacia un temible frente de tormenta, podría pensar en la "tonta" decisión del animal, que no huye del fenómeno.

Sin embargo desde la altura, la realidad del águila es muy distinta. Ella sabe que lo mejor que puede hacer es no dejarse perseguir por las nubes amenazantes.

Muy por el contrario sabe que si la enfrenta, la corriente ascendente generada por el mismo viento la empujara hacia arriba y, luego de soportar durante un centenar de metros el torbellino y la oscuridad de las nubes, por fin saldrá al cielo despejado, vera el sol y habrá dejado la temible tormenta a sus pies... 

De la misma manera, cuando nos veamos amenazados por un problema, lejos de tratar de huir temporalmente, en cuyo caso seremos perseguidos constantemente por el,  podemos elegir enfrentarlo desplegando nuestras alas, tomando conciencia de nuestra grandeza, de todo nuestro potencial y de nuestras capacidades reales...

Cuanto mayor sea el problema, mas necesitamos desplegarnos para enfrentar las circunstancias teniendo confianza en que nosotros podremos soportar los momentos tumultuosos convencidos de que el sol y la claridad nos estarán esperando mas adelante.

 

No hay comentarios.: